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Arquitectos: Konrad Brunner Arquitectos, Undurraga Devés Arquitectos
- Área: 10400 m²
- Año: 2021
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Fotografías:Enrique Guzmán
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La Universidad de los Andes se encuentra ubicada en el centro histórico de Bogotá, sobre la falda de la cordillera de Monserrate, en los márgenes del Barrio La Candelaria, vecino a la Quinta Bolívar y al Claustro de las Aguas, ambos edificios patrimoniales relevantes en el contexto de la ciudad.
Los campus universitarios pueden entenderse como modelos de ciudad a escala. Aceptando esta analogía podemos leer la estructura del Campus de la Universidad de Los Andes como un ejemplo urbano que nos refiere al modelo anglo-sajón de ciudad jardín, donde un conjunto de edificios con carácter propio construidos en distintos periodos, independientes entre sí, y rodeados de una naturaleza exuberante, se unen por medio de senderos sin que estos constituyan un trazado jerárquico. Allí prevalece la naturaleza sobre lo construido como contrapunto a la ciudad compacta cuyo paradigma es, precisamente, el casco histórico.
El barrio La Candelaria, epicentro de la fundación de la ciudad de Bogotá en 1538, conserva aún parte relevante de su patrimonio colonial. Las calles estrechas y las manzanas compactas se erigen como contrapunto a la exuberante vegetación de las montañas inmediatas.
El terreno disponible, de 88x88 metros, ubicado estratégicamente en la convergencia del cerro y el plano, consideraba en su interior un edificio histórico, donde actualmente se aloja la Rectoría de la Universidad.
El proyecto del Centro Cívico de la Universidad de Los Andes articulas estas dos realidades, la histórica y la geográfica, proponiendo la superposición de dos niveles urbanos.
Como una primera operación de dominio desplegamos sobre el solar una grilla de 8,40x8,40 metros, la que se extendió hasta sus bordes definiendo el “tablero de juego”. Sobre esta grilla propusimos llenos y vacíos, los que dieron lugar a un recorrido urbano de calles, pasajes y plazuelas que extienden al interior del campus la estructura urbana de la ciudad histórica.
Un segundo orden urbano se impuso sobre los techos de los edificios propuestos. Allí la cota de las terrazas preexistentes en el campus se extendió sobre la techumbre de las nuevas construcciones articulando la vegetación de los cerros con este nuevo jardín urbano.
Aquí la retícula hace presencia a modo de macetas verdes plantadas de césped, arbustos además de zonas duras que conforman un jardín geométrico el que se erige cómo un mirador urbano sobre la ciudad.
Para dar respuesta al programa propusimos el diseño de un sistema de marcos de hormigón armado que trasformó la malla de 8,40x8,40 metros, bidimensional, en una malla tridimensional donde, en medio de esa geometría neutra, se organizó libremente el entorno vital. Dentro de ese patrón geométrico, múltiple e isótropo, se desplegó el programa requerido con particular libertad y adaptabilidad, agregando o quitando, estableciendo llenos o vacíos, según sea la demanda, dando espacio a cambios futuros que mantengan en el tiempo la vitalidad original de los edificios.